martes, 14 de julio de 2009

Dime Sancho, si cambiaste y aprendiste a soñar ¿por qué me dejaste morir?

¿Por qué Sancho, si cambiaste la realidad, dejaste atrás mis ilusiones?

Y ahora mi “fiel” consejero, ¿qué se supone que haré?

Tú seguirás tras fantasías y yo veré el mundo girar tras las paredes

Tú vivirás para contar batallas con molinos

Y yo moriré sin saber si seré recordado.

Al menos te digo que fui feliz, viviendo entre locuras

Visiones futuras, amores cumplidos.

Dime Sancho, ¿dónde quedó mi fantasear?

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